En el 2015 la OMS quiso agradecer, al igual que lo hizo en otras ocasiones, el esfuerzo de los sanitarios en todo el planeta, concretamente ponía el foco sobre el riesgo que corrían estos trabajadores en zonas bélicas en donde están prestando sus servicios, en la mayoría de las ocasiones sin los medios necesarios ni las mínimas medidas de seguridad.
Actualmente estamos viviendo una situación similar, pero con un enemigo diferente, no son las bombas, no son las balas, no son otros seres humanos los que amenzan, es una bacteria diminuta denominada COVID 19, la que pone en peligro a todos los héroes sanitarios que están ejerciendo una labor esencial en esta batalla mundial.
Debemos ser conscientes que existen muchos héroes anónimos a los que tenemos que ofrecerles nuestra gratitud, amistad y reconocimiento, la inmensa mayoría de estos valientes, arriesgan su salud, y en muchas ocasiones la de sus seres queridos, con el fin de conseguir que la sociedad tenga un poco de esperanza, que los enfermos tengan una posibilidad más.
GRACIAS y GRATITUD, ese es la mejor recompensa y reconocimiento que podemos hacerle a los héroes anónimos, que en muchas ocasiones no están en su casa, para escuchar los aplausos de las ocho de la tarde que rompieron durante semanas de confinamiento el silencio de nuestras calles, y no están en su casa porque están en un habitación de hospital, en una clínica, …pero esa GRATITUD que le deberá siempre la sociedad es la energía que mantiene vivo el esfuerzo de todos ellos, AUXILIARES, ENFERMER@S, MÉDIC@S, etc.